Botti, Italo (1889-1970)

PUERTO DE BUENOS AIRES
DESDE EL VIEJO MUELLE (Riachuelo) - 1963

Nacido en Buenos Aires el 6 de enero de 1889 y fallecido en la misma ciudad el 8 de febrero de 1970. Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes, bajo la dirección de Pío Collivadino donde tuvo de maestros a Gustavo Bacarizas, Jorge Bermúdez y Alberto Rossi. En 1914, aún alumno de la Academia, participó por primera vez en el Salón Nacional. En 1916 concluyó sus estudios y comenzó a trabajar en temas y motivos que caracterizan su producción: las marinas del Riachuelo, la actividad portuaria, los paisajes urbanos de Buenos Aires y las sierras cordobesas, sobre todo, las vistas del pueblo de Ongamira, en el que se establecía largas temporadas. En 1920 exhibió en los salones de la Comisión Nacional de Bellas Artes. Figuró en el Salón Nacional en los años 1914, 1920, 1921, 1923 a 1930, 1932, 1934, 1935, 1937 al 1939, 1941 al 1948 y en 1953; en el Salón de Rosario en 1921, 1926, 1928, 1929, 1931, 1936, 1938 al 1942, 1947, 1951 y 1952; en el Salón de Santa Fe en 1924, 1931, 1937 a 1940, 1942 al 1948, 1952 y 1953; en el Salón de La Plata en 1932, 1934, 1937, 1939 y 1953; en el Salón de Mar del Plata en 1942, 1943, 1945, 1946, 1948, 1950, 1952; en el Salón de Tandil en 1947, 1948 y 1951; en el Salón de Municipal de Buenos Aires en 1946 y 1948; en el Salón de Córdoba en 1933, 1938, 1941 y 1947; en el Salón de La Rioja en 1950; en el Salón del Grabado en Argentina de Rosario en 1942; en el Premio Palanza en 1947; en la muestra La Pintura Argentina de este siglo, Buenos Aires en 1952 y 1953, en colectivas en la Sociedad de Acuarelistas y Grabadores, en el Salón de Grabado y Dibujo de Buenos Aires y en el Salón de Grabado de Rosario. Expuso en Madrid, España en 1926; Baltimore, Estados Unidos en 1930; Brasil en 1933; Internacional de París, Francia en 1937; Argentina en Richmond, Estados Unidos en 1940; Nueva York y San Francisco en 1939; entre otras. Realizó muestras individuales en galerías Castellani de Rosario en 1919; Witcomb de Rosario en 1921, 1923, 1925, 1929 y 1932; Renom de Rosario en 1935, 1937 y 1948; Comisión Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires en 1920 y 1921; Van Riel en 1924, Amigos del Arte de Buenos Aires en 1927, 1929 y 1931; Nordiska en 1933, Muller en 1930, 1937, 1939, 1941, 1942, 1944, 1946, 1948 y 1950; Galería Argentina en 1950, Witcomb de Mar del Plata en 1945 y en Galería Delacroix de Córdoba en 1949. Obtuvo, entre otros, Premio Cecilia Grierson en el Salón Nacional en 1923. Premio Eduardo Sivori en el Salón Nacional de 1924. Segundo Premio en el Salón Nacional de 1931. Primer Premio en el Salón Municipal en 1930. Premio Jockey Club en el Salón Nacional en 1944. Segundo Premio Comisión Nacional de Cultura en el Salón Nacional de 1945. Premio Adquisición Ministerio de Industria y Comercio en el Salón Nacional de 1946. Primer Premio en el Salón de Rosario en 1925. Primer Premio en el Salón de Santa Fe en 1931. Primer Premio Adquisición en el Salón de Santa Fe en 1945. Premio Ministerio de Gobierno e Industria en el Salón de Santa Fe en 1946. Premio de Honor en el Salón de Santa Fe en 1953. En 1961 Primer Premio en la Exposición Internacional de París. Obtuvo Medalla de Oro en los Salones de Rosario, Bahía Blanca y Santa Fe, Premio Rosa Galisteo que comparte con Enrique de Larrañaga y Miguel Carlos Victorica. El diario La Prensa comenta: Botti presenta en tres obras, hondamente sentidas, la visión de La Boca cosmopolita y pintoresca, donde flota como un ensueño lejano y triste, el imaginario país de las brumas que Baudelaire canta en las cristalinas estrofas de su poema La invitación al viaje. En esa época, un cambio sustancial renueva la pintura de Botti. Una fina sensibilidad y la elección de tonos agrisados resultan en una nueva impronta intimista y otoñal. Pedro Massa se refiere a él en el prólogo de la exposición retrospectiva que Galería Velázquez le organiza en 1955: Gran virtud, en arte, la de resistir y vencer todas las tentaciones de lo pintoresco, de lo ardiente y colorido, de lo abigarrado y triunfal, hace falta un admirable sentido de la sobriedad, de lo delicado y vaporoso para huir de aquellas alegrías y seguir el austero camino de los grises. Botti consiguió como pocos, ese firme alejamiento de lo espectacular, y así su pintura es un delicioso repertorio de rincones urbanos, de la serranía y del puerto. Como grabador, hizo del aguafuerte y de sus variantes policromadas su especialidad. Diccionario de Artistas Plásticos de Argentina de Adrián Merlino.-

Botti Italo
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