Nacido el 3 de julio de 1901 y fallecido el 1 de abril de 1989 en Buenos Aires. Pintor de formación autodidacta. Expuso en el Salón Nacional en los años 1948, 1950 y 1952; en el Salón Municipal de Otoño de Buenos Aires en 1945; en el Salón de Mar del Plata de 1948 a 1951; en el Salón de La Plata en 1943, y de 1946 a 1948; en el Salón de Tandil en 1945, 1947 y 1948; en el Salón de Bahía Blanca en 1947, 1948 y 1950; en el Salón Municipal de Verano de Buenos Aires en 1950; en el Salón de Santa Fe en 1953; en el Salón de Avellaneda en 1945; en el Salón de San Fernando en 1944 y 1947; y en muestras de conjunto. Realizó una muestra individual en el Salón Municipal de Buenos Aires en 1951. Obtuvo Primer Premio de la Liga Naval Argentina en 1948. Segundo Premio en el Primer Salón de Marinas en el Centro Naval de 1951. Mención Especial y Medalla de Plata en el Segundo Salón de Marinistas en 1953. Tercer Premio en el Salón del Centro Naval en 1954. Primer Premio en el Concurso Semana del Mar en La Vuelta de Rocha en 1954. Segundo Premio del Centro Naval en 1955. Primer Premio Medalla de Oro y Diploma en el Quinto Salón de Marinistas en el Salón del Centro Naval en 1956. Primer Premio en el Concurso Flota Mercante del Estado en 1960. Gran Premio de Honor en el Salón del Centro Naval en 1955. Poeta, músico y luthier, autodidacta en pintura, sus temas preferidos fueron las marinas, los barcos, los aspectos y temas del Riachuelo y del barrio de La Boca. La vida que infundió a sus chatas y sus barcazas surcando el río sucio por el trabajo, captadas en vivo con el justo y maravilloso movimiento que mostraban las aguas al paso de aquellas, ya sea vistas bajo la luminosidad de un sol radiante o envueltas en un panorama entristecido de sombras y brumas, y sinceramente llegaban a lo más recóndito del corazón. Pero no era solo la exposición de esas figuras ribereñas recortándose en el paisaje bravío del ambiente, ni en el movimiento de esas turbias aguas del legendario Riachuelo, donde era dable observar el valor incalculable del arte de Ronchetti. Era preciso ver sus callecitas y viviendas suburbanas, sus naturalezas muertas, y sus flores, con su gama de colores, convertidas en una verdadera conjunción de maestría, de belleza, de poesía, que daban la sensación de exhalar su aroma, Enrique Horacio Pucia. Diccionario de Artistas Plásticos de Argentina de Adrián Merlino.
