Nació en Buenos Aires el 8 de agosto de 1890 y falleció en la misma ciudad, el 17 de junio de 1919. Autodidacta; pinta y dibuja desde primaria. En 1908 conoce a Martín Malharro quien exponía en Witcomb de Buenos Aires y comienza a frecuentar su taller, a trabajar a su lado y a desarrollar sus planteos técnicos sobre dibujo y color. Intercambio artístico en el cual nace su amistad con Walter de Navazio, Carlos Giambiagi y Luis Falcini, artistas considerados antiacadémicos. Hacia 1910 experimenta la necesidad de un viaje de formación a Europa. Malharro lo apoya y lo incita a obtener una beca, proyecto difícil de concretar y a los 20 años de edad no pudo realizar ninguna exposición y siendo desconocido en el campo artístico. Gracias a las gestiones de Luis Agote, la subvención llega en 1911, año en que se embarca junto a Luis Falcini. Durante la travesía se ejercita dibujando a los tripulantes de la nave. Visita París, Roma, Florencia y Madrid; viaja a Bélgica, Holanda y Suiza. Se interesa por el arte del pasado, en especial Rubens y los primitivos flamencos. Ante los paisajes impresionistas y postimpresionistas, se despierta su admiración por la obra de Vincent van Gogh y Alfred Sisley. Atmósfera contemporánea en la que encuentra la continuación de las enseñanzas de Malharro. En París es donde más estudia y produce dibujos, grabados y pinturas, entre ellas Parvas doradas de 1911 y Bosque de 1912. Allí el paisaje ya no es escenario del accionar humano sino que asume un rol protagónico, traspasado por la subjetividad del artista. Su destreza en la técnica del grabado se ve en el tratamiento de las formas y las líneas que se yuxtaponen a la riqueza del color libre, vibrante y expresivo de sus paisajes. En 1915 vuelve a Buenos Aires y realiza una exposición individual en los salones de la Comisión Nacional de Bellas Artes. En 1916 el Salón de Acuarelistas rechaza su envío y ese año integra la recién creada Sociedad de Grabadores y colabora con la revista El Grabado fundada por Mario Canale. En 1917 el Salón de Acuarelistas nuevamente rechaza su envío. En septiembre, no obstante, presenta una exposición individual en el Salón Witcomb. Exhibe 52 óleos, algunos de los cuales son paisajes europeos: Riveras del Sena, Villa Borghese, Rincón de campaña; y otros: Viejos ranchos, Camino a las sierras. En el catálogo el artista reafirma su formación autodidacta y declara estar convencido de que la naturaleza es el mejor maestro. En 1918 el Salón de Rosario rechaza su envío por lo que, solidariamente, se retiran del certamen algunos jóvenes que sí habían sido aceptados: Walter de Navazio, Thibón de Libian, Domingo Viau, Carlos Giambiagi, entre otros. A pesar de ello, la comisión organizadora del salón mantiene su veredicto. En 1919, se realiza una exposición de sus paisajes en las Salas de la Comisión Nacional de Bellas Artes, simultáneamente con las de otros pintores de su misma generación. En 1920 se realiza una exposición póstuma en el Salón Witcomb, compuesta por 82 obras y en 1925, sus amigos le realizan una muestra en la Cooperativa Artística. http://cvaa.com.ar/03biografias/silva_r.php