Nació en Buenos Aires el 25 de octubre de 1935. Egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón con el título de Profesor Nacional de Dibujo y Pintor Decorador. En 1959 asistió al Taller de batido sobre metales de la Escuela de Arte de Comiso, Sicilia. Docente en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de San Juan entre 1974 y 1976. Realizó los grabados para Odiseo Confinado, libro de poemas del escritor sanjuanino Leónidas Lamborghini. Expuso desde 1960 en Argentina, Brasil, Inglaterra, Hungría, retrospectiva Tour Mauran en Toulouse, Francia en 1982; Abstracción en el Siglo XX en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en 1985, Grabado en Curitiba en 1992, 100 Obras Maestras, 100 Pintores Argentinos en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1994, Universidad de Essex, Bienal Internacional de Gyor Hungría, entre otras colectivas. Obtuvo el Premio El Espíritu de Grecia en 1990. Premio Konex de Platino en Técnica Mixta y Diploma al Mérito en Artes Visuales en 1992. Premio de la Asociación Argentina de Críticos de Arte en 1996. Premio Trabucco en Pintura en 2000. Su pintura transita por el constructivismo pero no como algo totalmente estructurado, ya que su poética agrega características de gran sensibilidad. Utiliza materiales que desconocemos y que han perdido su función como metal, madera, arpillera, pero que se resignifican en un nuevo espacio, alcanzando un nuevo valor estético. “Desde su inicio, fue modificando su lenguaje plástico, marcando etapas diferenciadas, sin embargo, ensambladas unas en otras. Desde 1980 recorre el camino de la abstracción. Ensamblando metales de recuperación en sus tacos o placas de grabado y obtiene a través de esa técnica, singulares pruebas de monotipos gofrados. Estos tacos se transformaron con la incorporación de maderas, canto rodado y fibras vegetales en altorrelieves y esculturas que nos hablan, desde su severidad constructiva, de un universo arcaico”, Luis Ugarte. “Materia, cuidada geometría, tono sin sobresaltos ni rispideces; la superficie compuesta reticularmente y un sostén ortodoxo del plano, son argumentos visibles que articula Blas Castagna para realizar su obra. La materia, imagen en sí misma, por su papel protagónico es distintiva de su trabajo. El tono ajustado permite el recorrido visual con placidez y sosiego a través de una frontalidad sonora e intensa, trasunto de concentración y sentimiento. La artesanía de la ejecución vehiculiza, consciente o inconsciente, la intención final, cuyo resultado es la categoría que se corresponde con el regocijo del espectador”, Francisco Travieso. http://blascastagna.blogspot.com.ar/
