Nacido en Buenos Aires, el 1 de julio de 1892 y fallecido en San Isidro, provincia de Buenos Aires en 1967. Atraído por las artes plásticas, inició sus estudios de dibujo y pintura en la Academia Nacional de Bellas Artes. En 1912 obtuvo una beca otorgada por el Gobierno Nacional, y por medio de ella viajó a Francia. Concurre en París a las Academias Colarossi, Grande Chaumière y al taller de Louis Anquetin. En 1914 se trasladó a Mallorca, donde se encuentra con pintores argentinos como Francisco Bernareggi y Tito Cittadini. No obstante, al poco tiempo de su llegada, debió regresar a causa del inicio de la Primera Guerra Mundial. En Buenos Aires retomó sus estudios en la Academia Nacional de Bellas Artes, obteniendo el título de Profesor de Dibujo en 1916. Año en el que obtuvo Premio Estímulo por su obra Vaca en el corral, en el Salón Nacional de Buenos Aires. En 1924 participó en la Bienal de Venecia. En 1930 y en 1962 viajó nuevamente a Europa, recorriendo además de los países ya conocidos, Alemania, Holanda y Bélgica. La primera etapa pictórica del artista que coincide con su estadía europea, fue marcada por la representación del paisaje. En la ciudad, luz, motivos campestres, escenas urbanas, la plaza Montrouge y las orillas del río Maine como las del Sena se convirtieron en algunos de los temas plasmados en sus obras. Asimismo, las magníficas vistas mallorquinas envueltas en su particular luminosidad, que probablemente determinaron su obsesión por los panoramas diáfanos. En busca de esa claridad decidió radicarse en Cabalango, provincia de Córdoba. Desde entonces, sus trabajos se plagaron de atmósferas claras, cuya diafanidad contribuyó a resaltar cada objeto de la escena sin por ello diluirlo. Los postulados del Impresionismo basados en el estudio de la luz no llevaron al artista a la disolución de los elementos representados, por el contrario, le otorgaron una sólida presencia a sus imágenes. No obstante, a la vegetación, las llanuras y serranías que pintaba en sus paisajes, incorporó cierta fauna autóctona. Vacas, terneros, cabras, chivos y caballos fueron algunos de los animales plasmados. En ese momento el paisajista cedió paso al animaleur, marcando el inicio de su segunda etapa de producción. En muchas obras de su autoría, la solidez corpórea del animal destaca sobre el fondo gracias al tratamiento lumínico. Al mismo tiempo el volumen logrado es el resultado de un minucioso modelado. El domino de este recurso además de poner de manifiesto sus virtudes de dibujante, responde a los conocimientos sobre anatomía y a su gran capacidad analítica y de observación. Esta voluntad constructiva rigurosa y estricta denota la primacía de la forma sobre la materia y el color, llevando al artista a pintar objetivamente la naturaleza. Sin embargo, su obra no es una mera descripción de la realidad por él vista. Por el contrario, su sensibilidad supo captar el interior y la intimidad de lo representado. También se ha destacado en géneros como el desnudo y el dibujo de tinte caricaturesco. Desde 1942 alternó su trabajo entre su casa de San Isidro y su hogar en Tanti. Sus obras fueron expuestas tanto en Argentina como en Francia, España e Italia. Además, en 1935 participó de la Exhibición Internacional de San Francisco, Estados Unidos. Concurrió al Salón Nacional en 1911, 1912, y de 1915 a 1926, al Salón de Rosario en 1918 y 1919, en Chile y Perú en 1953, Bienal Hispanoamericana de Madrid en 1952, entre otras muestras de conjunto. Realizó muestras individuales en galerías Van Riel en 1924 y 1925, en Amigos del Arte en 1927, 1929 y 1937, Müller en 1933 y 1935, 25 años de labor en la Dirección Nacional de Bellas Artes en 1937, y en Witcomb en los años 1939, 1941, 1943, 1945, 1947, 1949 y 1951. Entre otras obtuvo las siguientes distinciones Medalla de Plata en el Segundo Salón de Otoño de Rosario en 1918. Primer Premio Municipal en el Salón Nacional en 1922. Primer Premio en el Salón Nacional en 1924. Galería Agora. Diccionario de Artistas Plásticos de Argentina de Adrián Merlino.